Recientemente el 17 de Octubre, conmemoramos el Día Mundial Contra el Dolor. Hoy quisiera hablemos de otro dolor que principalmente afecta a mujeres, la fibromialgia. De acuerdo a la data entre un 3 y 4% de la población padece fibromialgia y en el 90% de los casos esta patología se presenta en mujeres, cuyas edades fluctúan entre los 35 y 55 años; también se puede presentar en niños y adolescentes, en una menor proporción (Vidal, 2021).
Pero qué es la fibromialgia; bueno, pues esta palabra procede del latín fibra, que se refiere al tejido fibroso (que se encarga de unir los demás tejidos entre sí), del griego mío (músculo) y algia (dolor).
Desde 1815, ya se hablaba de fibromialgia; el Dr. William Balfour la describía como nódulos en el músculo reumático que se percibían al palpar las zonas musculares en contracción.
Posteriormente en 1975 Smythe y Moldofsky, pensaron que la mala calidad del sueño podía ser una de las alteraciones principales de la fibromialgia y motivo de los demás síntomas.
Hasta llegar a 1990, año en que la Academia Americana de Reumatología publica los primero criterios diagnósticos.
Y es en 1992, en la Declaración de Copenhague (Dinamarca), cuando la fibromialgia fue reconocida como enfermedad por la OMS (ASAFA, 2018).
En todo este camino de estudio de la fibromialgia, se ha definido a ésta como un síndrome de dolor musculo-esquelético difuso y crónico, que adicionalmente provoca cansancio, trastornos del sueño, además de un evidente aumento en la sensibilidad dolorosa en los miembros superiores e inferiores, así como en algún otra área del cuerpo.
En la fibromialgia no existen alteraciones de la movilidad articular o muscular, lo que si destaca es la presencia de dolor a la palpación en los sitios denominados puntos hipersensibles. La intensidad media del dolor en pacientes con fibromialgia es de 7 en la escala numérica, frente al 5 que señalan pacientes de otras enfermedades reumáticas.
El paciente que presenta fibromialgia ve muy afectado su estilo de vida cotidiano, pues cada día es un nuevo reto desde el hecho de levantarse por la mañana, porque en muchas ocasiones los trastornos del sueño les impiden tener un buen descanso al dormir y se despiertan agotados por la dificultad que les representa el tener un sueño reparador. Además de los trastornos del sueño, la fatiga crónica y agotamiento, se presentan otros síntomas propios de la fibromialgia, como el síndrome de piernas inquietas durante la noche, sensación de rigidez matinal o luego de estar un rato en reposo prolongado, además de cefalea, sequedad de las mucosas, depresión y ansiedad.
La evolución de la fibromialgia es crónica y se ha encontrado evidencia de que el estrés emocional activa mecanismos inflamatorios en la médula espinal mediante la activación de microglía (células neurogliales del tejido nervioso, que forman el sistema inmunitario del sistema nervioso central) y fenómenos de neuroinflamción. El impacto en la calidad de vida y funcionalidad de los pacientes con fibromialgia es mayor a cualquier otra enfermedad reumática en términos de intensidad del dolor, función, calidad de vida, estado emocional y catastrofismo (Vidal, 2021).
No viva con dolor, hay un tratamiento para cada paciente. Porque tu dolor me importa, Calidad de Vida y Funcionalidad, No Más Dolor.
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