Al hablar del paciente con cancer, es evidente el impacto que esta enfermedad tiene en su vida personal, social y laboral, pero además es inevitable abordar el tema del dolor, síntoma no deseado y frecuente, que ocurre principalmente por la invasión tumoral.
Tratar la enfermedad del cancer es fundamental, pero también lo es brindar control y alivio del dolor, reconocerlo, valorarlo y tipificarlo para iniciar tratamiento oportunamente; por ello, se recomienda una atención con visión holística, es decir integrando todas las aristas que requieren atención y tratamiento. El dolor es un síntoma habitual en el paciente oncológico; la frecuencia e intensidad estará relacionada al tipo de tumor y estadio en que se encuentre.
En la actualidad, el cáncer se aborda no como un padecimiento terminal, sino como una enfermedad crónica (Escobar, et al., 2013).
Antes de continuar, detengámonos para conceptualizar nuevamente el dolor crónico. De acuerdo a la OMS éste tiene características propias que no se limitan únicamente al tiempo de duración, sino que incluyen la presencia de sufrimiento, impotencia y desesperanza; puede ser extremo e insoportable. El dolor crónico está considerado una enfermedad (Díaz, et al., 2019).
Por lo anterior, es importante una adecuada evaluación del dolor para brindar una correcta analgesia con eficacia y seguridad, una vez identificado el tipo de dolor, los cuales menciono a continuación:
a) Dolor Nociceptivo, causado por la estimulación de nociceptores, se divide en dos tipos:
· Somático: constante, intenso, localizado, opresivo y/o punzante. Se origina en nociceptores de piel, músculo o hueso.
· Visceral: constante, sordo, mal localizado; causado por daño o presión sobre órganos y vísceras.
b) Dolor Neuropático: quemante, punzante, como agujas. Causado por alguna lesión del sistema nervioso periférico o central.
c) Dolor Mixto: con características de dolor nociceptivo y neuropático; es el tipo de dolor más frecuente en el paciente oncológico.
Un método efectivo para tratar el dolor de acuerdo a su intensidad, es la Escala Analgésica de la OMS, la cual señala las terapias intervencionistas para el manejo del dolor en el cuarto escalón del modelo. Sin embargo, la evidencia revela que hasta un 20% de los pacientes oncológicos presentan dolor severo a pesar de un correcto abordaje de la escalera analgésica. Luego entonces, una alternativa de tratamiento para este grupo de paciente con dolor oncologico que no consigue un alivio adecuado del dolor por falta de eficacia de los analgésicos o por efectos secundarios intolerables, son los que se benefician de un abordaje intervencionista del dolor.
No olvidemos que el tratamiento del dolor crónico debe ser individualizado, así como tener un enfoque multidisciplinario, con una comunicación efectiva y poniendo en el centro del objetivo, el bienestar del paciente y su entorno más cercano.
El dolor en el paciente con cáncer afecta su calidad de vida y tiempo de supervivencia, brindar control y alivio del dolor ayudará en gran medida a su bienestar. Porque tu dolor me importa, hagamos visible lo invisible. Hay un tratamiento para ti, Calidad de Vida, No Más Dolor.
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